Por momentos siento que
pasa todo muy rápido. Empezando, porque ya conozco a tus familiares y tú, finalmente,
a los míos.
Es indescriptible, la
sensación de tristeza que siento cuando veo alejarte, pensando que una vez más
contaré las horas para volver a verte.
Estoy en un proceso de
aprendizaje y experimentación contigo. Todo es nuevo y bonito.
Disfruto de todo ello, babe.
Disfruto cuando estás cerca
a mí, cuando no hay distancia que nos separe.
Antes de ayer, al
besarte sentí que éramos uno solo y me decía a mí misma que quería ser ese uno
contigo y no separarme de ti.
Tengo miedo de
acostumbrarme a tu presencia, como tengo miedo a todo lo nuevo en esta vida. La
diferencia es que tú eres algo bonito que me está pasando.
Cada vez que te veo,
intento perder el miedo al expresar lo que siento. Para ti parece natural, por
dentro, para mí, es un gran logro.
No hay nadie más, excepto
tú. Estás en mi imaginación, en mis sueños, por dónde vaya.
Cada parte tuya me es
familiar. Cada expresión en tu rostro, cada parte de tu cuerpo, tu mirada, tus
besos.
Quiero estar contigo los
días que vengan, aunque sean pesados y fríos, quiero pasarlos contigo.
Quiero seguir
aprendiendo contigo. Quiero amarte en libertad. En la oscuridad y claridad.
Cariño, no te imaginas
cuanto te quiero y cuán larga fue la espera para encontrarte.
Te quiero Gus, demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario